Vamos Sergio Sánchez, vamos Campeón
Cuenta un estudio del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE), que el Sevilla ha sido el mejor equipo de la década en la Copa del Rey. No hacía falta tal estudio, tan solo había que hacer un poco de memoria para constatar como el Sevilla se ha consolidado en esta competición en los últimos años. Las últimas 5 participaciones del conjunto de Nervión así lo atestiguan. En la temporada 2006/07, los de Juande Ramos se proclamaron campeones frente al Getafe. La temporada siguiente, ya con Jiménez en el banquillo, el equipo cayó en octavos de final, pero frente al Barcelona y sin perder ninguno de los dos partidos de la eliminatoria. En la 2008/09, el Sevilla volvía a reconciliarse con el torneo y llegó a semifinales, en donde tan solo un Athletic sediento de Copa pudo frenar al Sevilla en su camino hacia una nueva final. San Mamés fue demasiado escenario para los jugadores de Jiménez que fueron arrollados por los bilbaínos. La temporada pasada, el Sevilla encontró en la Copa del Rey el camino más corto para volver a la senda del triunfo y los títulos. Corto, pero intenso, muy intenso. La final, en el Camp Nou, fue una fiesta del sevillismo. El Sevilla barrió de la chancha y venció en la final al Atlético de Madrid que no pudo hacer doblete, tras ganar la nueva Europa League. En 5 años, los números no mienten. Dos campeonatos y dos semifinales, una de ellas aún por disputar. La vitoria de anoche tiene el premio de una semifinal, pero engloba algo todavía mejor y más reconciliador. El regreso de Sergio Sánchez como futbolista. Un hombre que ha demostrado que no se pierde cuando se persigue un sueño, que no se puede sentir la derrota cuando haces todo lo posible por ganar, siempre luchando, siempre apretando los dientes.
En enero del año pasado al defensa se le detectó una cardiopatía. La posibilidad de tener que abandonar el fútbol podía ser una realidad, como ya le ocurrió a De la Red. Pero el defensa no quería abandonar su sueño, y en Mayo se sometió en Hamburgo a una compleja operación para poder sanar esa dolencia en su corazón. La cirugía abría una vía a la esperanza del regreso. La operación fue un éxito, al igual que la posterior rehabilitación y las pruebas pertinentes. Y la pesadilla terminó. Sergio Sánchez volvió a un terreno de juego 13 meses después. Y de titular frente al Villarreal en cuartos de final de la Copa. Ya estuvo en el banquillo frente al Espanyol la última jornada de liga. Pero ya se sabe, el banquillo no es agradable para los profesionales, aunque a Sergio ese día, estar sentado junto a sus compañeros le sabría a victoria. Ayer ya fue titular, lo que evidencia, primero, que ha vuelto para quedarse, y segundo, que Manzano ve en Sergio una nueva vía para asegurar la línea más irregular y con más grietas del equipo.
Sergio, cómo no, recordó a dos futbolistas que no corrieron la misma suerte. "Me acordé de Puerta y Dani (Jarque) al entrar al campo, ojalá ellos hubieran tenido la misma oportunidad". El éxito de Sergio Sánchez es el triunfo de la constancia y sobre todo, de la vida frente a la muerte, frente a esa muerte fría y cochina, sin sentido, que llega cuando no debe y deja un vacío eterno.
La afición del Sevilla estuvo soberana y supo brindarle a Sergio una noche inolvidable. Tristemente, los sevillistas tienen todavía muy reciente, y hasta la eternidad, el recuerdo de Antonio Puerta. Por ello, anoche arroparon al defensa catalán, lo abrigaron con el calor de la grada, vitorearon su nombre y lo llevaron en volandas en su regreso. Sergio ralló a un gran nivel y el casillero de goles rival se quedo a cero. Inolvidable regreso de un futbolista que luchó, incluso anteponiendo su propia salud, por seguir cumpliendo el sueño de su vida, el de tantos niños de ser futbolista. Ni siquiera su corazón pudo con él, pues su cabeza, su mente y su alma fueron infinitamente superiores, no hubo color en ese duelo. Seguro que anoche a Sergio le costó dormir. Benditas ojeras hoy. Bienvenido de nuevo a este circo del fútbol, en donde no sobran luchadores como tú. Bienvenido, campeón.
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