LOS GOLES NO SE FALLAN (COLUMNA DE OPINIÓN)

QUE MESSI PIDA PERDÓN…

Por haber ganado su segundo balón de oro. Por haber sido pichichi con 34 goles, algo que no ocurría desde que el brasileño Ronaldo lo hiciera en la 96/97. Porque esa cifra le permitió ser el máximo goleador europeo y por ende, bota de oro. Por ser el máximo goleador de la última Liga de Campeones. Por su gol al Zaragoza, que al parecer está al alcance de cualquiera. Por su gol al Valencia, y al Tenerife. Por sus 4 goles al Arsenal en cuartos de final de la     Champions. Por seguir con una progresión sin límites y mejorar temporada tras temporada en una nueva faceta. Por convertirse en un excelente asistente. Por participar en un elevado porcentaje de los goles del Barcelona. Por bajar a mediocampo a recibir. Por comenzar las jugadas. Por recorrer todo el campo buscando siempre la ‘redonda’ y por un sinfín de más  que se quedan en el tintero y de las que parece que Messi es culpable.

                                               Foto:  http://www.as.com/

La sorpresa en la elección del Balón de Oro ha supuesto un tsunami periodístico. A aquellos que se han tomado el premio del argentino a la ligera y sin reflexionar previamente, el Balón de Oro les ha dado en la entrepierna, con lo que eso duele. Desde los medios españoles (y parte del extranjero) se ha exclamado que el galardón a Messi ha sido injusto, bochornoso e incluso he escuchado que surrealista. Es más, desde Marca se ha señalado directamente al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, como el máximo culpable de que Leo sume su segundo Balón de Oro. No sabía yo que Blatter era un caprichoso y ha elegido a dedo al argentino, pasándose por el forro las votaciones democráticas de seleccionadores,  capitanes y periodistas. Me parece muy bien, lícito y respetuoso que cada uno (y cada medio de comunicación) tenga su predilección, un favorito y lo clame a los cuatro vientos. Pero lo que no es de recibo, es que ahora, que no ha gustado el resultado, primero se califique como injusto y casi ilegal el resultado, y segundo se desprestigie un premio que les permite rellenar y rellenar páginas y minutos. Como no me gusta lo que veo, la pelota es mía y ya no se juega. El problema (bendito problema) parece ser que, este año ha sido año de mundial y que, por ello, tan sólo puede ganar el trofeo individual (repito, trofeo individual) al mejor futbolista de un año (repito, de un año) un jugador del equipo campeón. Pues si es así, a partir del próximo mundial (Brasil 2014) cuando concluya la final del campeonato, que se establezca la lista de los únicos candidatos al FIFA Balón de Oro (si por aquel entonces no se ha roto la fusión). Esta será la de los 23 nuevos campeones del mundo. Así, no podrá haber dudas de quién merece realmente el trofeo dorado. Los únicos con opciones podrán ser los triunfadores del mundial. Qué más da que durante el resto de 9 meses de temporada otro futbolista haya demostrado, casi siempre, ser el mejor. Está claro que Messi no ha hecho un gran mundial, pero tampoco ha sido malo, como se vocea. Los simplistas se limitan a recordar que no marcó ningún gol durante el torneo. Obvio que Messi en Argentina no tiene al lado ni a un Xavi ni a un Iniesta ni a nada que se le parezca. Tiene a un proyecto de grandísimo futbolista que es Pastore, aunque su luz en el mundial se limitó a dejarse ver para próximas ediciones. Además, ese esfuerzo en comparar a Leo con su club y con su selección se da con mayor fuerza (también en la propia argentina pero debido a otras causas) en nuestro país, donde se recrimina que Messi no hace nada con su selección. Me pregunto yo qué es hacer nada y también, esa insistencia en ello, sobre todo, cuando hasta hace dos años éramos un país de perdedores a nivel de selecciones, afortunadamente, ya no. Si algún día Leo hace algo con su selección nacional, no sé dónde se van a tener que meter todos aquellos que dicen que no hace nada. Este verano tiene la reválida de la Copa América, aunque habrá que preguntar a los oráculos, si ese torneo es válido o no, para luego determinar si eso es hacer algo con la selección.

De los tres finalistas, cualquiera había hecho méritos suficientes para ganarlo, al igual que Sneijder, que hay que recordar a los medios de comunicación, hubiera ganado el Balón de Oro de no haberse fusionado con el FIFA World Player. Desde Italia, sobre todo desde la Gazzetta dello Sport, se ha voceado la injusticia del galardón a Messi. Tiene su doble explicación. Primero, para enmascarar la enorme cagada de su filtración, que daba como ganador a Iniesta. Segundo, porque si acatan con deportividad la elección de Leo, no podrían seguir defendiendo el premio a Cannavaro de 2006. Desde Italia solo podían defender a los campeones del mundo, ya que Cannavaro ganó el premio solo por aquel torneo.

Me pregunto si una hipotética derrota en la final del Mundial hubiese supuesto más decepción que la no elección de Xavi e Iniesta a un premio individual. Parece como si con el Balón de Oro a Leo, nos hubieran robado el Mundial, como si aquellos 7 partidos mágicos (sí, hasta la derrota contra Suiza) no hubieran existido. No entiendo esas caras largas, esa decepción y esa sensación de timo frente al premio. Sobre todo, cuando el que se lo lleva a casa es el argentino Leo Messi, la mayor bendición al fútbol de las últimas décadas. Me imagino que todos aquellos que no se explican cómo en año de mundial no se lo lleva un campeón, recibieron como buena la broma del Balón de Oro a Cannavaro. Eso sí que fue un atropello, como en su día lo fue el de Nedved o el de Owen, en detrimento del mejor Raúl