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En Sevilla esta noche no se disputa un encuentro más. Para sevillistas y béticos el derbi es un partido que significa la diferencia entre el respeto y el bochorno. Mientras Sevilla se convierte por unos días en el epicentro del fútbol nacional, el resto del país -o del planeta- intenta analizar y comprender los porqués de la rivalidad entre Sevilla y Betis. Y estos tan solo tienen una respuesta posible: el derbi sevillano es único porque en Sevilla el fútbol se vive de una manera especial. No mejor, pero sí única. El duelo es cainita con todo lo que ello conlleva. La pasión con la que se siente a sus clubes hace que los derbis en Sevilla duren varias semanas: la previa y las siguientes, en la que el marcador determina el estado de ánimo de los aficionados. La victoria otorga unos poderes singulares: barra libre de bromas e ingenio contra el rival vencido y humillado. La derrota convierte al hundido en una persona escurridiza con un radar para evitar las burlas y los chistes del rival, acción muy complicada, porque resulta que ‘los otros’ son los vecinos, los compañeros, los amigos, los familiares. Tan solo el empate dicta una tregua hasta el próximo enfrentamiento. En España, el Sevilla-Betis terminará sobre la medianoche. Para los aficionados sevillistas y béticos la noche será larga.
El Betis, con la solvencia y la calma de los puntos
Y tanto
Sevilla como Betis llegan al derbi con una derrota como precedente. En el caso
del Betis, el Granda sorprendió a los béticos con una merecida victoria en el
Benito Villamarín. Ese tropiezo frenó una excelente dinámica positiva de
triunfos y sensaciones. Pese al último partido, el Betis afronta el partido
contra el rival desde una privilegiada posición europea. Las vistas y las
sensaciones son diferentes desde las alturas. Los puntos otorgan tranquilidad y
calma para afrontar retos más importantes y especiales. Y el derbi lo es y Pepe
Mel sabe lo que significa: “Nosotros nos jugamos un partido muy
importante, es el club al que históricamente nuestros aficionados quieren ganar
y nos jugamos mucho. La ilusión, las ganas y el sueño de nuestra afición”. No
es un partido más. El entrenador bético no desveló ninguna pauta de cómo
afrontará el encuentro. Perquis es baja en defensa tras su lesión con Polonia.
Mario acompañará a Paulao en el eje de la defensa. Juan Carlos y Álex se han
recuperado de sus molestias. Las
incógnitas se encuentran en las líneas más adelantadas en donde Mel no descarta
sorpresas, pero no da pistas. El técnico del Betis puede apostar por reforzar
el centro del campo con Cañas y Rubén Pérez, o mantener a Salva Sevilla para
conseguir un mayor dominio del balón. También puede partir de inicio con el
plan que tan buenos resultados dio en la segunda mitad contra el Getafe.
Colocar a Rubén Castro en la derecha para aprovechar sus desmarques y que Jorge
Molina sea la referencia ofensiva. Pozuelo
también puede ser el revulsivo que un partido de este tipo requiere.
El derbi marcará el futuro próximo del Sevilla
En este
tipo de encuentros el pasado reciente no se presenta como un factor
diferencial. Ambos equipos parten en igualdad de condiciones: el derbi es un
paréntesis, una fecha marcada en rojo en
el calendario que no entiende de dinámicas. Pese a que lo anterior no significa
nada, el derbi sí que marca el devenir, el futuro más próximo. Y el Sevilla se
encuentra en una situación en la que un resultado negativo contra el eterno
rival supondría un lastre excesivo que cambiaría, momentáneamente, el discurso
y las miras en el objetivo del club. Cuatro puntos en las últimas seis jornadas
son una pobre estadística para un equipo que aspira a pelear por los puestos
europeos. En la última jornada en San Mamés, el Sevilla ofreció una nefasta
imagen. Míchel, autocrítico consigo mismo, también señaló a sus jugadores: “Qué
casualidad que nunca funcione lo que se trabaja y lo que determina el
entrenador. Son
cuestiones que tienen que ver con la moral y el respeto a una camiseta”. El
entrenador sevillista comenzó a preparar el derbi en la sala de prensa de San
Mamés. El respeto a la camiseta, al escudo y a la afición es suficiente
estímulo para motivar a unos futbolistas melancólicos. El derbi como punto de
inflexión. Y así lo entiende Negredo: “Llevaba
[Míchel] toda la razón del mundo y no puedes hacer otra cosa que callarte.
Esperemos que la reacción se vea reflejada este domingo en el campo”.
Precedentes
Sevilla
y Betis se han enfrentado en 84 ocasiones en Primera División. El balance
favorece a los sevillistas que han vencido en 37 ocasiones. Los béticos han
ganado 28 partidos, mientras que el marcador terminó en empate en 19
encuentros.
El
balance en el Sánchez-Pizjuán es muy favorable para los locales que poseen una
excelente estadística de victorias en su propio estadio: 25 triunfos. Los
verdiblancos ganaron en 11 ocasiones. Sevilla y Betis tan solo han empatado 6
veces en 42 partidos en Nervión.
El Real Betis ha vencido en los dos últimos
enfrentamientos en el estadio del rival. Tanto en la temporada del descenso, 2008/09,
como en el pasado curso en el retorno a la máxima categoría, los béticos
ganaron al Sevilla por 1-2. Dos triunfos consecutivos que rompieron una racha
negativa en la que el Betis no lograba vencer a su rival en el Sánchez-Pizjuán
desde la temporada 1996/97.
Publicado en www.vavel.com 18/11/2012