Pocos son los futbolistas que provocan tanta unanimidad cuando se opina de ellos. Quizá el máximo exponente de esa concordia a nivel mundial es Xavier Hernández, ese genio que guía desde hace más de una década el juego del Barcelona y de la Selección Española. No existe a nivel mundial, en la actualidad, un mediocentro que ofrezca más recursos y más garantía de éxito que Xavi. Los premios individuales en un deporte colectivo ofrecen más de subjetividad que de objetividad, pero este año, la fusión del legendario Balón de Oro y el FIFA World Player en el FIFA Balón de oro, ha provocado que el sistema de votación englobe no solo a periodistas, sino a los propios protagonistas del planeta fútbol, entrenadores y futbolistas. Xavi se ha colado por méritos propios, por segundo año consecutivo, en el podio de los 3 mejores jugadores del mundo. Y este año con muchas papeletas para conseguir el galardón.
Xavi debutó en el primer equipo en la Supercopa de España en la temporada 1998/99 de la mano de Van Gaal, entrenador que también hizo debutar a Andrés Iniesta. De eso hace ya más de diez años. La semana pasada, frente al Levante, Xavi se convirtió en el futbolista que más partidos oficiales (550) ha disputado en la historia del F.C. Barcelona, superando a Migueli. Desde su debut hasta la actualidad, Xavi también ha pasado por momentos duros. Su primera temporada (1998/99) fue muy especial, en la que además, un gol suyo en el Nuevo Zorrilla de Valladolid cambió el rumbo de aquel Barcelona de Louis Van Gaal que en la jornada 15 se encontraba décimo a 9 puntos del líder. El gol de Xavi salvó el puesto de Van Gaal y el conjunto blaugrana terminó conquistando el título de liga tras una remontada espectacular. Sin embargo, las temporadas siguientes, pese a que se afianzó en el primer equipo y consiguió debutar y hacerse con un hueco en la selección nacional (15 Noviembre de 2000), no fueron muy buenas a nivel colectivo, e incluso se discutió si realmente Xavi era el sustituto ideal de Pep Guardiola. La crisis institucional tras la marcha de Núñez y la llegada a la presidencia de Joan Gaspart sumió al club en una decadencia económica (millones despilfarrados en fichajes), social y deportiva, pues el Barcelona estuvo 5 temporadas sin ganar un solo título, hasta la segunda temporada de Frank Rijkaard. Fue precisamente con la llegada del nuevo técnico holandés, cuando Xavi recuperó su mejor versión y comenzó una progresión que de momento, no tiene límites. Xavi se convirtió en el faro que suministró de pases a Eto’o, Ronaldinho y compañía. El culmen de aquel equipo fue la Champions conseguida en París frente al Arsenal de Henry.
Sin embargo, la unanimidad mundial en torno a Xavi, comenzó a gestarse en la Eurocopa de 2008. El mediocentro lideró a una selección imparable que dos años después se convertiría en inmortal al alcanzar la Copa del Mundo de Selecciones. Xavi ofreció un recital en todos y cada uno de los partidos de esa Euro. Fue galardonado con el premio al mejor futbolista del campeonato. Ese torneo fue la antesala de lo que a partir de entonces ofrecería Xavi un partido sí y otro también. Un repertorio de pases, asistencias, balones en largo, control de la pelota, visión de juego y ese giro tan característico de 360º con el balón totalmente pegado al pie. Después de esa Eurocopa, llegó al banquillo del Barcelona, un viejo conocido para Xavi, Pep Guardiola. Xavi se convirtió en una prolongación de Pep en el terreno de juego. Si era posible, las prestaciones y las posibilidades del mediocentro se multiplicaron con la llegada de Guardiola al banquillo del primer equipo. De momento, su techo lo ha encontrado en la cima del Mundial de Selecciones, liderando a un equipo fantástico y eterno que terminó como campeón del torneo.Temporada a temporada, Xavi ofrece todo su potencial, aunque eso sí, más de diez años de exigencias y de muchos partidos, han acarreado que Xavi pidiera un poco de calma. Si quiere Xavi para rato, Guardiola sabe que debe dosificarlo cuando se pueda.
El mundo del fútbol se rinde ante las cualidades no sólo técnicas, sino también tácticas de este pequeño futbolista, pero que ve el fútbol como pocos, no sólo de la actualidad, sino de la historia. Pasarán los años y aparecerán nuevos futbolistas, aunque la estela de Xavi será muy difícil, no sólo de igualar o superar, sino de llegar a rozarla.
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