viernes, 21 de octubre de 2011

BENDITOS MALDITOS GENIOS: GEORGE BEST, UN DIABLO POR BANDA

Serial sobre la figura de futbolistas que destacaron tanto dentro como fuera del terreno de juego. George Best –Belfast. 1946-2005- es considerado como uno de los grandes extremos de la historia del fútbol.  Sin embargo, su carrera en la élite se puede resumir en tres temporadas, pero brillantes que lo encumbran como uno de los mejores. Sin embargo, su trayectoria como futbolista estrella se truncó debido a una alocada vida fuera del balompié. Una vida ligada al balón, pero siempre con una copa de alcohol por la que brindar.


George Best (Belfast, Irlanda del Norte) fue sin duda uno de los futbolistas que cambió el modo de entender el fútbol. Su forma y estilo de juego revolucionaron el mundo del balompié. La precocidad y fuerza con la que Best irrumpió en el fútbol fue proporcional a la fama que adquirió en apenas unos meses. Pronto se convirtió en protagonista, también por el estilo de vida que llevó. Dejó innumerables jugadas, regates y goles, así como una decena de frases célebres: "Si hubiese nacido feo, no habríais oído hablar de Pelé".
Bob Bishop cazatalentos del United, descubrió con 15 años a la nueva estrella emergente del fútbol. Bishop envió un telegrama a Matt Busby, entrenador del Manchester United, en el que tan solo escribió: “creo que he descubierto a un genio”. Tan solo dos años después, Best debuta en el Manchester United con 17 años, convirtiéndose pronto en una de sus estrellas, en un equipo en el que formaban jugadores como Bobby Charlton o Denis Law.
Revolucionó el fútbol inglés y europeo con su velocidad, su desborde, sus recortes hacia ambos costados. Además, pese a su estatura fue un gran cabeceador. También poseía un fuerte disparo de media distancia. Su físico, aún prácticamente juvenil, le permitía desarrollar grandes partidos pese a su excéntrico modo de entender la vida.
Esas brillantes actuaciones lo catapultaron a la cima del fútbol. Su fama crecía tanto dentro como fuera del terreno de juego. Se convirtió en una auténtica estrella pop, a la altura de los Rolling Stone o los Beatles. Tras una espectacular actuación en el Estadio Da Luz del Benfica portugués, en el que Best anotó tres goles, la prensa local lo calificó como el 5º Beatle, apodo con el que sería reconocido a partir de entonces.
 Sin embargo, debido a la convulsa y agitada vida que llevó fuera del fútbol, la carrera del norirlandés, la cumbre de su fútbol, apenas duró tres temporadas. Los excesos, sobre todo con el alcohol- del que fue adicto- frenaron en seco la carrera del extremo. Pero esas tres temporadas fueron legendarias y encumbraron a Best a la categoría de mito. Con su juego veloz, eléctrico y en muchas ocasiones provocador, Best fue clave en el resurgir de un equipo que tan solo unos años atrás había vivido la mayor tragedia de su historia en el accidente aéreo de Múnich en el 58. El Manchester United llegó a la cima del fútbol europeo en 1968, al coronarse como el primer equipo inglés campeón de la Copa de Europa, frente al Benfica. Best fue fundamental para que el Manchester se alzara con el trofeo. Rompió el empate en el marcador en los primeros minutos de la prórroga al anotar el 2-1 para los ingleses. Ese gol desató al United y hundió a los portugueses. El Manchester ganó finalmente 4-1 al Benfica. Además, ese año terminó la liga como el máximo goleador. Todo esto le bastó y sobró para ser el jugador más joven en ganar el balón de oro hasta aquel entonces.
El mito se engrandeció pero tocó techo. A partir de entonces, los excesos, las excentricidades y una vida ligada a una botella de alcohol, precipitaron el declive de un jugador que nunca más volvió a ser el mismo. Best fue probablemente el primer jugador mediático del fútbol. La fama fue un traje que se hizo a la medida de George. Nunca rehusó de ella. Su frase, “en 1969 dejé las mujeres y el alcohol. Fueron los 20 peores minutos de mi vida”, revelan la verdadera esencia de un hombre que siempre fue fiel a sí mismo. Llenó tantas páginas de periódicos deportivos como de revistas del corazón. Múltiples fueron sus líos de faldas. No dudó en afirmar que “he gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y coches, el resto, lo he despilfarrado”.  Cada grado de alcohol que ingería consumía no solo su vida, sino también su carrera futbolística. Abandonó el United con 28 años, producto de un bajo rendimiento provocado por su agitada `pública vida privada’. A partir de entonces, comenzó una carrera ligada a contratos ocasionales allá donde le requerían, más como una atracción que como algo serio. Se retiró del balompié con 37 años.
Sin duda, fue el alcohol el rival más fuerte al que tuvo que hacer frente Best. Durante muchos años fueron íntimos compañeros de farras. “Tenía una casa en la costa, pero para llegar a ella había que pasar por un bar. Nunca llegué a ver el mar", afirmó Best en otra de sus famosas citas. Poco a poco, su adicción a la bebida se convirtió en su sentencia de muerte. En el año 2001 se le realizó un trasplante de hígado. Pocos años después, en 2005 una hemorragia interna terminó con su vida. El mito alcanzó la categoría de leyenda. Un futbolista eléctrico, vivaz, provocador, único. En sus últimos instantes de vida pidió ser fotografiado, en un nefasto estado de salud. En ese momento, en esa situación, justo  en su lecho de muerte, continuó con su sinceridad brutal. “No muera como yo”.


miércoles, 19 de octubre de 2011

MOURINHO, EL ENCANTADOR DE MADRIDISTAS

El madridismo se manifestó. Pese a su larga lista de conflictos y a que el Barcelona continúa con su hegemonía, los aficionados blancos se han entregado de manera incondicional a su nuevo  líder, su entrenador José Mourinho. 
                                          http://www.realmadridfans.org/

Mourinho apenas lleva un año como entrenador del Real Madrid, probablemente el equipo con más exigencias del mundo. Y en ese corto periodo de tiempo, Mourinho ha destacado por sus salidas de tono, sus ruedas de prensa, sus no comparecencias, sus ataques a compañeros de banquillo, acusaciones graves, descalificaciones y desprestigio de títulos. A Mourinho también le molestaba Jorge Valdano en su cruzada para alcanzar más poder y peso en el Real Madrid. Jorge Valdano, que en las dos etapas de Florentino Pérez ha sido su hombre fuerte, perdió la batalla con el portugués y fue destituido de su cargo. Unos meses bastaron para que Florentino Pérez se decantara por Mourinho, el flamante nuevo manager del equipo. Y así, hasta la explosión y caos que ha sido la cadena de clásicos consecutivos. El dedo en el ojo a Tito Vilanova y su posterior ofensa en rueda de prensa son la cumbre del saturado recorrido de actuaciones del portugués. Todo esto enmascara su trayectoria en el Real Madrid y sus cualidades como técnico de fútbol. Porque existen. Tan solo hay que revisar su exitosa carrera profesional, plagada de títulos y reconocimiento.
Pero en el Real Madrid ha encontrado a una hinchada harta y algo desesperada, entre otros motivos, porque su rival de siempre se encuentra en el mejor momento de su historia. El madridismo necesitaba un revulsivo, alguien capaz de frenar al eterno rival, no solo dentro del terreno de juego, sino también fuera. Un líder, un defensor del madridismo. Y en este punto es donde los caminos del Madrid y de Mourinho se encontraron. Porque quién mejor que el portugués, que ya demostró en el Chelsea e Inter que puede ser un perfecto azote del Barcelona y su entorno.
Mourinho llegó al Real Madrid en un momento delicado, tras las duras críticas que determinados medios propinaron a Pellegrini. En un primer momento, la llegada del portugués no fue acogida con agrado por una gran parte de la afición blanca. Pero poco a poco, Mourinho fue desplegando todas sus artes de encantamiento y hechizo. El portugués ha conseguido con el tiempo, que se hable más de sus declaraciones y actuaciones que de su capacidad para sacar más rendimiento a su plantilla.
 Desde la llegada de Mourinho, el ambiente en el club blanco se ha enrarecido hasta el punto de provocar tufo. La imagen del Real Madrid está devaluada, algo que parece no importar ni a la dirección ni a sus aficionados. Además, anoche la grada blanca dictó sentencia: está, en su mayoría, con Mourinho de manera incondicional. En el trofeo Santiago Bernabéu, se vivió un pequeño homenaje a la figura del técnico portugués. Todo esto, pese a la larga lista de conflictos que ha protagonizado en apenas un año y que daña la imagen, no solo del propio entrenador, sino de una institución tan importante y señorial. Porque ya lo reza su himno, ‘cuando pierde, da la mano sin envidias ni rencores’. Y Mourinho debería aprender a perder, porque ganar, es muy fácil y no siempre se puede.

PUBLICADO EN http://www.vavel.con/ Autor Joaquín Rueda