Argentina y Brasil se enfrentan en el Estadio Delle Alpi de Turín. Octavos de final del Mundial de Italia 90. La actual campeona del mundo encontró antes de lo previsto un rival de entidad. La selección verdeamarela de Jorginho, Valdo, Careca…y Branco. La selección albiceleste la dirigía el siempre controvertido Carlos Bilardo. Días antes del partido declaró a un periodista de la revista El Gráfico que haría todo lo que estuviera en sus manos para conseguir ganar ese partido. “Algo voy a inventar, no sé qué, pero algo será, este partido con los brasileños tenemos que ganarlo, ya vas a ver…”, afirmó de manera contundente el seleccionador argentino, que también explicaría después que una de las claves del partido fue evitar las subidas de los brasileños Jorginho y Branco. Lo consiguió. De una manera un tanto…inaudita. Con agua adulterada. A partir de aquel lance, la expresión al enemigo ni agua, dejó de tener sentido.
http://www.la-redo.net/Minuto 39 de la primera mitad. Ricardo Rocha comete una dura entrada sobre el argentino Troglio, que tiene que ser atendido en el terreno de juego por las asistencias argentinas. Entre ellos, el masajista argentino Galíndez que es el que se ocupaba de dar agua a sus futbolistas. Sin embargo, ésta vez los argentinos tramaban algo. A un par de futbolistas argentinos se les advirtió de que no bebieran de una botella verde. El calor era sofocante de ahí que fueran varios los jugadores que no dudaron en refrescarse mientras el juego se paró, incluso un jugador brasileño se acercó a las asistencias argentinas para que éstas le suministraran algo de agua. Sin embargo, no podía imaginar que el líquido que estaba a punto de ingerir estaba adulterado. Todo estaba diseñado y preparado para que si un rival se acercara a por un poco de refresco, se le ofreciera una botella de agua con sustancias relajantes y tranquilizantes. El ingenuo fue el lateral brasileño Branco. A partir de entonces, el defensa brasileño comenzó a sentirse mal. Desde la ingesta de esa agua contaminada, Branco no pudo rendir con normalidad durante el resto del partido. Además, era el encargado de lanzar las faltas directas. El propio futbolista brasileño se percató pronto de que algo fallaba, sobre todo, después de beber de aquella botella. “Galíndez, el masajista me dio agua para tomar y eso es una cosa que va a quedar en la historia del fútbol porque yo tuve problemas serios. Yo no sé qué preparado tenía aquel agua, después que bebí comencé a quedar tonto”, explicó años después. Y para corroborar el asunto y la trampa, hace unos años, uno de los protagonistas de aquel encuentro, Diego Armando Maradona confirmó toda la trama en la televisión argentina. Todo ello, sin pelos en la lengua, sin esconderse, como si hubiese prescrito el delito. “Yo vi beber a Branco, y venía a tomar Valdo… ¡todos los buenos!, yo pensaba: que tomen, que tomen”, comentó el diez argentino. No solo confesó, sino que teatralizó la escena imitando los gestos y la situación en la que quedó Branco tras la ingesta de esa agua contaminada. La famosa botella verde contenía agua con Royphnol picado, una sustancia tranquilizante que provoca falta de coordinación e inestabilidad, entre otros efectos. El artífice de toda la trama fue el propio seleccionador nacional, Carlos Bilardo, aunque nunca ha reconocido su implicación en el asunto. Siempre lo negó, entrando en varias ocasiones en contradicciones, desmintiendo incluso declaraciones propias. Sin embargo, una vez destapado y confirmado todo, al ex seleccionador albiceleste no lo cree nadie, sobre todo, por ser un sospechoso habitual. Siempre ha sido conocido por sus artimañas y su juego sucio. Llegó a reconocer que como jugador utilizó alfileres para zafarse de sus rivales. Ya como técnico, mostró su lado más bronco cuando, siendo entrenador del Sevilla, fue cazado por una cámara alentando a su preparador físico de pisar al rival en lugar de atenderlo. Carlos Bilardo hace la trampa, la mastica, la traga y la digiere, como si nada hubiera ocurrido. Un genio del ‘otro’ fútbol.
Sobran las palabras al observas y disfrutar de este video:
No sorprende, que se podria esperar de Bilardo.
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