martes, 6 de noviembre de 2012

Entrenadores de Leyenda [I] Helenio Herrera

Helenio Herrera [Buenos Aires, 10/Abril/1910 – Venecia 9/Noviembre/1997] entrenó al F.C. Barcelona en tres etapas diferentes. En la primera, en 1958, El Mago recogió a un grupo de futbolistas melancólicos y los convirtió en ganadores. Helenio Herrera consiguió dos títulos de Liga, dos de Copa y uno de Copa de Ferias. Pero su memoria no solo se respeta por los campeonatos. Su huella es tan profunda y perenne que el fútbol contemporáneo todavía honra y recuerda su trabajo. Charlatán, psicólogo, egocéntrico, provocador pero sobre todo, ganador. “Muchos me creen omnipotente porque dicen que lo conozco todo. Eso no es verdad. Jamás conocí el fracaso y estoy orgulloso de ello”.

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HH, psicólogo y visionario

Helenio Herrera es uno de los entrenadores más carismáticos de la historia del fútbol. Con su fuerte personalidad y sus métodos de trabajo revolucionó el mundo del balompié europeo. H.H., como también era conocido, es recordado no solo por sus múltiples victorias y títulos, sino por un legado futbolístico que trasciende más allá de los triunfos.
Helenio Herrera fue el precursor de numerosas técnicas de motivación en las que la psicología se convertía en una herramienta más para sacar un mayor rendimiento de sus futbolistas. Por ejemplo, encargaba empapelar el vestuario con carteles con consignas motivadoras, algo común en el fútbol moderno, pero inédito por aquel entonces. Además, dotó a sus equipos de un mayor profesionalismo e integró a sus rutinas de trabajo aspectos innovadores como las concentraciones, las dietas y la vida sana. El físico como complemento del talento. También supo dominar aspectos extradeportivos como los propios aficionados, a los que convirtió en el jugador nº 12. Fue un enfermo de su trabajo y un visionario del fútbol contemporáneo. “Helenio Herrera era todo un personaje, una mezcla de sabio y bestia que vivía para el fútbol y para el dinero”, así lo definió Luis Suárez, con quien compartió etapa en el F.C. Barcelona y en el Inter.

1958-1960, primer bienio triunfal en el Barcelona
Helenio Herrera desarrolló su carrera como entrenador en Francia, España e Italia. En España, Valladolid, Atlético de Madrid, Málaga, Deportivo de la Coruña y Sevilla precedieron a su etapa blaugrana. Su llegada al Barcelona en 1958 supuso una revolución en un club acomplejado por los triunfos del Real Madrid. Los títulos no tardaron en llegar y el Barcelona vivió un bienio dorado con El Mago en su banquillo: dos campeonatos de Liga (1958/58 Y 1959/60), una Copa de España (1958/59) y una Copa de Ferias (1959/60). Fue la cabeza visible de un gran grupo de futbolistas entre los que destacaban Ramallets, Kubala, Suárez, Segarra, Kocsis o Czibor.
 
Durante su primera etapa como técnico blaugrana, H.H dejó para el recuerdo una de sus frases más célebres antes de un partido de Liga contra el Betis: “Ganaremos sin bajar del autobús”. Siempre provocador, Helenio Herrera prefería que la atención recayera sobre su figura para liberar de esa presión a sus futbolistas. Por eso, El Mago nunca calló.

Su mala relación con Kubala, ídolo del barcelonismo y figura intocable, y la eliminación contra el Real Madrid en semifinales de la Copa de Europa, provocaron el final de su primera etapa como técnico blaugrana. De Barcelona pasó a Milán para dirigir y gobernar al gran Inter de los sesenta. En Italia sentó cátedra y creó uno de los grandes equipos de la historia del fútbol. Rediseñó el catenaccio añadiéndole un quinto hombre, el denominado líbero. Su Inter de Milán dominó Italia y conquistó dos Copas de Europa (1964 y 1965) y dos intercontinentales.
1980-1981, regreso y epílogo blaugrana

Después de su exitosa etapa en el Inter de Milán, H.H. continuó su carrera en Italia pero con menos suerte en la Roma y en el Rimini. Helenio Herrera regresó al F.C. Barcelona en 1980 como una solución de urgencia ante una temporada mediocre. El objetivo quedó fijado en una plaza europea y El Mago no falló. Sin embargo, esa segunda etapa tuvo un punto y seguido tan solo unos meses después. El Barcelona de Kubala se hundía y de nuevo se requirió de la ayuda de Helenio Herrera. En aquella temporada aún había margen de mejora y El Mago comenzó con sus conjuros. Escribió en la pizarra de los vestuarios del Camp Nou: “Seremos campeones”. Y faltó muy poco. Solo los malos resultados cosechados por el equipo durante el secuestro de Quini, su goleador estrella, truncaron una remontada triunfal. Pero un ganador solo puede rubricar el punto y final con una victoria. Y en esa temporada el Barcelona de Helenio Herrera conquistó la Copa del Rey al Sporting de Gijón.  

Falleció en 1997 en Venecia cuando su corazón no pudo más. Pero su memoria, su trayectoria y sus innovaciones al fútbol son inmortales. Cuentan que dejó su cuaderno de notas a Facchetti, su futbolista más emblemático, y que José Mourinho se interesó por él cuando firmó por el Inter. Porque como Mourinho, Helenio Herrera fue especial. Yo no sé si soy el mejor del mundo, pero sé que hago todo para serlo.”



Publicado en www.vavel.com 02/11/2012

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