Joan Segarra [Barcelona, 1927 - Taradell, 2008] fue un
histórico futbolista del F.C. Barcelona de la década de los 50 y de la primera
mitad de los 60. Se trata de uno de los grandes protagonistas del Barcelona de
las ‘Cinco Copas’ y uno de los primeros emblemas del club.
Disputó 15 temporadas
-1950-1964- con el Barcelona y se convirtió en su momento en el jugador que más
veces vistió la camiseta blaugrana (402
partidos oficiales). Durante su trayectoria vivió exitosas etapas de gloria
del F.C. Barcelona y su palmarés es un reflejo de ello: 4 Ligas, 6 Copas de
España y 2 Copas de Ferias destacan en el bagaje triunfal de Joan Segarra.
Poseía un físico privilegiado que le permitía abarcar gran parte del centro del
campo. Además, sus excelentes condiciones técnicas le permitieron ser un
brillante comodín de urgencia para sus entrenadores, ya que también jugó como
defensa central o lateral izquierdo.
Un deportista referente
"A mí lo que me apasionaba era jugar al fútbol, pero sin pretensiones, no
por dinero, ni si quiera me acordaba de cobrar las primas", aseguró en una
entrevista. Joan Segarra fue un jugador con un poderoso físico que cuidó y mimó
incluso en sus últimos años de vida. Destacó como mediocentro pero también
actuó con asiduidad en la defensa. Fue un futbolista todoterreno o comodín. Él
mismo relataba que jugó en tantas posiciones como dorsales lució y que solo le
faltaban el número 1 y el 9. Él mismo definió su polivalencia: "Me gustaba
subir, bajar, estar siempre en el lío”. Pronto
se convirtió en un líder del Barcelona de la década de los cincuenta. Aportaba
carácter, entrega y respeto por la camiseta. Pese a jugar en las posiciones más
retrasas aportó goles, algunos de ellos decisivos, como en el doblete de la
temporada 1958/1959. En Segarra se aunaban aptitud y actitud.
La gran decepción de su carrera -como el mismo la definió- fue sin duda
la Copa de Europa de 1961. Segarra no pudo disputar la final del torneo
continental por una lesión que sufrió en un ojo tras un balonazo en un partido
previo contra el Espanyol. Su ausencia
fue significativa y el Barcelona perdió ‘La final de los palos cuadrados’ en
Berna contra el Benfica. También destacó como internacional entre 1951 y 1962,
periodo en el que participó en 25 encuentros con la Selección Nacional.
El Gran Capitán
Pero no destacó tan solo por sus cualidades futbolísticas.
Joan Segarra es recordado como uno de los futbolistas más nobles que ha vestido
la camiseta del Barcelona en los más de cien años de historia de la entidad.
Con su honestidad tanto dentro como fuera del terreno de juego se ganó el
respeto y la admiración no solo de sus aficionados, sino del mundo del fútbol.
Por eso se le conocía con el apodo de ‘El Gran Capitán’. Su humildad quedó
reflejada cuando Helenio Herrera fichó por el F.C. Barcelona en 1958. Joan
Segarra era ya por aquel entonces un veterano dentro del club y dudaba de las
prestaciones que podía ofrecer en la nueva etapa que comenzaba con H.H. en el
banquillo. Sin embargo, la respuesta de Helenio Herrera fue contundente y
visionaria: "Usted
lleva una vida ejemplar, tiene un físico privilegiado y una gran
capacidad de trabajo. Va a ser uno de los personajes más
importantes de este equipo y además jugará hasta los 40 años". Como siempre, El Mago tenía razón:
Segarra fue uno de los pilares del exitoso bienio del Barcelona de Helenio
Herrera.
Porque Joan Segarra es uno de los jugadores que personifican
lo que el F.C. Barcelona destaca como el
seny blaugrana. Siempre a la sombra futbolística de las grandes
estrellas que deslumbraron durante su trayectoria deportiva. No solo ejercía como escudero dentro del
terreno de juego, sino también cuando el balón dejaba de rodar. Por eso fue una
referencia para todos sus compañeros. Luís Suárez, único Balón de Oro español,
afirmó de Segarra que “debería
tener una estatua en su honor por todo lo que representó: entrega, coraje,
éxitos y catalanidad". Incluso rivales de la talla de Di Stéfano se
rendían ante las cualidades humanas del jugador blaugrana: "Segarra fue uno
de los jugadores rivales más respetados por su calidad y por su actitud". Segarra
fue un deportista
ejemplar que dignificó el fútbol de su época. Un jugador relegado a un segundo
plano por la voracidad del tiempo y el olvido. El fútbol evoluciona por
futbolistas como Segarra, que permitieron que la pelota y un escudo nunca se
mancharan. Si hoy existen un Puyol o un Xavi es porque medio siglo antes el Gran Capitán allanó el camino. Con estilo,
con elegancia, con honor. El fútbol por encima de todo.
Publicado en www.vavel.com 16/11/2012
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