viernes, 11 de noviembre de 2011

VÍCTOR VALDÉS, EL NIÑO QUE NO QUERÍA SER PORTERO

Atrás quedan los momentos en los que se dudaba de su figura y de las prestaciones que podía ofrecer.  Ya pocos dudan de que Víctor Valdés sea uno de los mejores porteros del mundo. Representa en la portería al equipo que deslumbra en Europa y en el mundo y además, casi siempre como protagonista. Estuvo a punto de dejar el fútbol, ahora ya es una leyenda del Barcelonismo al ritmo que marcan sus paradas y sus récords.
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Poco queda ya del joven portero que llegó al primer equipo con tanta fuerza y rabia. Le tocó debutar en el momento más delicado en lo deportivo e institucional del F.C. Barcelona. Años de sequía en títulos y una millonada despilfarrada en fichajes que no aportaron nada, también en la portería, no fue el mejor contexto para el debut de una joven promesa. Algunas dudas y malas actuaciones provocaron que Van Gaal, el entrenador que lo hizo debutar, lo relegara de nuevo al filial. Víctor no asumió aquella decisión y optó por la vía de la indisciplina. Se negó a jugar con el filial y estuvo tres días sin presentarse a los entrenamientos.
Sin embargo, Valdés rectificó y pidió perdón por su comportamiento. Había luchado y sacrificado tanto para llegar al primer equipo que no iba a desaprovechar la oportunidad de ser el portero del F.C .Barcelona. Porque la trayectoria y la historia de Valdés no se puede comprender sin el sufrimiento de un niño que nunca quiso ser portero. Poseía todas las cualidades innatas para triunfar en la portería, valentía y reflejos,  sin embargo, para el joven Víctor, ser portero era un verdadero calvario. Tan solo la insistencia y la confianza de su padre y de su hermano convencieron a Víctor para que olvidase la idea de abandonar el mundo del fútbol. “Para mi desde los 8 a los 18 años, jugar de portero ha sido un sufrimiento especial”, se sinceró Valdés para Informe Robinson.
Desde que se asentó como titular con Frank Rijkaard, Valdés no ha parado de progresar. Ha conseguido dejar atrás aquella imagen de portero irregular y se ha asentado en uno de los equipos con más exigencias del mundo. Además, siempre con actuaciones destacadas, como en la Final de la Liga de Campeones de 2006 frente al Arsenal. El propio protagonista afirmó que sin aquel partido “quizá no sería portero del Barça". En aquella final, Valdés fue clave al detener dos claras ocasiones a Henry.
Esa actuación sepultó para siempre las críticas y el recelo, no solo del propio barcelonismo, sino también de los medios de comunicación. Valdés progresa temporada a temporada y con Guardiola ha conseguido afianzarse como uno de los mejores futbolistas en su puesto. Es uno más a la hora de comenzar jugadas y sacar el balón desde atrás. Domina el juego con los pies. Siempre está bien colocado. Y en los uno contra uno no tiene rival. La calidad que atesora y las grandes actuaciones que ofrece han sido premiadas en forma de títulos colectivos, y también individuales. Valdés ha logrado ya, con 29 años, 4 trofeos Zamora al portero menos goleado, los tres últimos, de forma consecutiva desde la llegada de Pep Guardiola. Esa regularidad le ha proporcionado a Valdés una continuidad que se plasma en records con la camiseta blaugrana. Ya es el portero que más partidos oficiales (424) ha disputado con el F.C.Barcelona, tras superar a otra leyenda, Andoni Zubizarreta (410 partidos). También ha superado y fijado en 886 minutos el record de imbatibilidad de un portero blaugrana, que estaba fijada en los 824 minutos de Miguel Reina (temporada 1972/73).
Además, ha conseguido afianzarse también en la Selección Nacional, en la que fue uno de los 23 campeones del mundo en el Mundial de Sudáfrica. Su último logro ha sido debutar como internacional en partido oficial, el pasado mes de Octubre en el último encuentro de clasificación para la próxima Eurocopa.
Ahora, tras años de sufrimiento cuando era un niño; tras años de silencio cuando decidió luchar y no abandonar; y tras años de dudas y críticas, Valdés ha obtenido el premio y el reconocimiento a tanto esfuerzo y sacrificio. Quedan aún muchos años, paradas y éxitos para que Valdés agrande aún más su leyenda.

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