Cada nueva temporada, la historia se repite para Gonzalo Higuaín. El argentino tiene que superar cada año una reválida y de nada le sirven las actuaciones del pasado. Siempre comienza el curso con un nuevo obstáculo o desventaja.
http://www.ligafutbol.com/Pese a las grandes prestaciones que Gonzalo ha ofrecido desde que llegó a Madrid, allá por diciembre de 2006, no siempre ha contado con el beneplácito de la grada, y mucho menos, de algunos medios de comunicación y periodistas de nuestro país. La memoria en el mundo del fútbol es efímera. Y cada verano al argentino se le presenta una nueva dificultad. Siempre hay un nuevo delantero al que fichar. Este verano han sido Agüero y Neymar. Incluso, desde cierto sector de los medios no se dudó en colocar al argentino como moneda de cambio o como una potencial fuente de ingresos. Amén de las duras críticas que recibió tras la eliminación del Real Madrid en octavos de la Champions frente al Lyon, mientras que otros futbolistas que ofrecieron menos quedaron impunes de ese fracaso. Además, en este verano, la enésima resurrección de Benzema. Porque al francés, en estos momentos en las alturas, lo han desacreditado en tantas ocasiones que esa bipolaridad desconcierta.
Porque desde que aterrizó en Madrid, Higuaín ha tenido que jugar una reválida constante, un examen final cada vez que saltaba al terreno de juego. Siempre se dudaba de él. Siempre fue el blanco perfecto para las críticas y para enmascarar aspectos más profundos que giraban en torno al club blanco. Lo fácil era atacar al joven delantero. Las dos primeras temporadas del argentino fueron bastantes complicadas. No estuvo acertado en la faceta realizadora. En dos temporadas tan solo materializó doce de goles. Sin embargo, fue decisivo en los tramos finales de las ligas de Capello y Schuster. Higuaín se desquitó y se desmarcó de todas las críticas y comenzó una de las progresiones más espectaculares de un futbolista en los últimos años. Desde entonces, el argentino ha mejorado en todas las facetas en las que destaca un delantero. La más importante, en el aspecto goleador, pues Higuaín superó la veintena de goles en liga en sus últimas temporadas completas. En la última, una dura y larga lesión en la espalda frenó en seco un curso que tenía visos de ser un calco de los anteriores. Además, se convirtió en un delantero de primeros goles, es decir, clave a la hora de encarrilar los partidos para su equipo. Pero no solo del gol vive Higuaín. También se ha destapado como un excelente asistente, debido a la gran movilidad que ofrece dentro del terreno de juego.
Pese a ese progreso espectacular y a que ofrece siempre unas estadísticas al alza, el argentino tiene que comenzar desde cero, y casi siempre a la sombra, cada temporada. De poco sirve el trabajo y el esfuerzo del pasado, ya que siempre empieza el curso generando las dudas y el recelo que siempre le acompañó. Ahora, además, las encuestas también van en contra de Gonzalo, que lo colocan por detrás de Benzema. Sin embargo, desde que ganó en presencia y en confianza, el argentino ha cumplido, además como uno de los más destacados del Real Madrid. A base de goles y brillantes actuaciones, termina imperando el sentido común e Higuaín siempre encuentra su hueco en el equipo blanco.
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