jueves, 2 de febrero de 2012

LOS GOLES NO SE FALLAN. CRISTIANO RONALDO Y EL DIVÁN

El futbolista portugués golea, bate récords y obtiene reconocimientos, sin embargo, aún no domina por completo la ansiedad que le produce el Barcelona y Leo Messi. Aunque, tras los dos últimos enfrentamientos, parece haber encontrado el modo.

Para cierto sector de la prensa madrileña aún es rentable mediáticamente el debate entre Leo Messi y Ronaldo para colocar a cada uno en el pedestal del podio que merecen.  Sin embargo, el argentino se encarga de que ese duopolio por el reconocimiento mundial apenas carezca de interés.  Temporada tras temporada, y concretamente desde 2009, Cristiano Ronaldo persigue la sombra de Leo Messi. Las exhibiciones de Messi eclipsan los goles del portugués, hasta tal punto de que incluso para su propia afición son insuficientes. El futbolista más caro de la historia y uno de los deportistas más autoexigentes del mundo del fútbol, se ahoga y se asfixia en la carrera por alcanzar al argentino por dominar el trono universal del fútbol.
Esa auto exigencia impide rendir a Cristiano Ronaldo en muchos de los partidos relevantes que ofrece el calendario a lo largo de una temporada. Especialmente en los enfrentamientos contra el Barcelona. En el último clásico en Liga, en el que el portugués desperdició dos claras ocasiones para hacer gol, parte de su propia afición cargó contra él con silbidos por su mediocre actuación. Mientras, Messi no solo destaca, sino que convierte sus partidos en espectáculos rutinarios.
Tras el clásico liguero, apareció de nuevo en el calendario un nuevo duelo contra el Barça. Esta vez doble y en apenas siete días.  En esta ocasión, se observó a un nuevo Cristiano Ronaldo. Más trabajador, más implicado y menos obsesionado, no solo con el Barça, sino con su antagonista deportivo, Leo Messi.
Tras los últimos partidos contra el Barcelona, Ronaldo debería abandonar para siempre la horizontalidad del diván en el que se encuentra y claudicar ante el futbolista más brillante y talentoso de los últimos años. Levantarse y pegar un portazo psicológico a ese agarrotamiento de piernas y mental que le produce el futbolista argentino. Debe olvidar de una vez a su rival deportivo, centrarse en ofrecer su mejor versión en cada partido y en explotar al máximo su físico y sus mejores condiciones para la práctica del fútbol. En muchas ocasiones ha confesado que ansía convertirse en el mejor futbolista de la historia. Sin embargo, debería presentarse en sociedad como Cristiano Ronaldo, uno de los mejores goleadores del siglo XXI.

Publicado en http://www.vavel.com/ el 31/01/2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario